Timeline

Hace 10 años: 19 años, mi segundo curso de universidad, y probablemente metido de lleno, o a punto de estarlo, en mi mayor época de aislamiento social. Mi timidez me impidió disfrutar, sobre todo al principio, de lo que luego he echado de menos muchas veces: mi vida de estudiante en el mejor entorno posible, un campus universitario.

Hace 5 años: 24 años. Acababa de tocar fondo y comenzaba a ser una nueva persona. Superé una pequeña depresión y la excesiva timidez que la provocó, y por esa época empecé, poco a poco, a estar más a gusto conmigo mismo. Por suerte o por desgracia, aún seguía en la universidad, pero ya acabando la carrera.

Hace 1 año: peleándome por entrar en el mundo laboral, aún no había conseguido algo que me llenara pero sí conseguí estar a muy a gusto en una fábrica trabajando a diario rodeado de mucha gente. En lo esencial yo era el mismo, básicamente en lo que se refiere a mi escasa vida social, pero por primera vez me sentía muy integrado en un grupo amplio de gente, entre los que hice buenas amistades. Algunas de ellas aún las conservo, y sólo por eso ya mereció la pena esa etapa de mi vida que no puedo asegurar que haya acabado para siempre.

Hace 1 mes: sencillamente, era el hombre más feliz del mundo. De vuelta a los estudios en un último intento de asegurarme un trabajo con futuro, me sentía muy integrado y querido por mis compañeros, y había conocido a la chica perfecta, a quien quería con locura, y ella a mí. No podía pedir nada más.

Ayer: literalmente hundido. Abandonado por quien creí que estaría junto a mí para siempre. Devastado por un golpe que no vi venir y sin comprender qué había pasado, y sobre todo, por qué me había pasado a mí.

Hoy: me sigue doliendo demasiado todo lo que me ha pasado, y me siento solo y sin fuerzas para nada. Ni siquiera tengo ganas de salir a la calle, mucho menos de enfrentarme a la realidad que allí me espera cuando vuelva.

Mañana: por una vez en mi vida, me sorprendo a mí mismo siendo optimista, o intentándolo al menos. Sé que mañana estaré mejor, tal vez porque peor (en lo que me duele ahora) es imposible. Lo que no sé es cuándo será ese mañana. Ojalá sea pronto.